Arcillas y barros, elementos imprescindibles de la experiencia spa
Artìculo Escrito por: Redaccion - April 16, 2010
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Los tratamientos estéticos faciales y corporales con arcillas y barros han existido desde hace miles de años. Por ejemplo, Cleopatra se dio cuenta rápidamente de que el barro negro recogido del fondo del Mar Muerto que se aplicaba en la piel le traía grandes beneficios estéticos, y los romanos descubrieron intuitivamente los beneficios para la salud que les traía la inmersión en barro caliente varios años antes de nuestra era. Podríamos decir, sin temor a equivocarnos, que las aplicaciones estéticas de arcillas y barros directamente sobre la piel son las antepasadas de todos los tratamientos corporales spa.
Actualmente, los tratamientos con arcillas y barros son parte del menú básico de tratamientos en los spas de todo el mundo. ¿Por qué? Describamos las características que vuelven tan valiosos a estos elementos.
Arcillas
Las arcillas que generalmente se utilizan en los tratamientos faciales y corporales de los spas son la caolinita y la esmectita. Se trata de arcillas que pueden absorber agua e intercambiar iones (esta característica hace que absorban tan bien los productos cutáneos de desecho, como las células muertas), y se pueden formar con ellas pastas amasables y maleables que conservan el calor. Gracias a esto es que si se calienta una cierta cantidad de arcilla a una temperatura adecuada se puede adaptar a la superficie del cuerpo en la que se aplica y se mantendrá caliente, dilatando los poros y los vasos sanguíneos. La forma de aplicación de las arcillas dependerá de los resultados que se quieren obtener y de la zona del cuerpo donde se van a aplicar, podemos mencionar:
Emplastos. Son una mezcla de arcilla y agua que produce una textura cremosa. Los emplastos se pueden aplicar de forma total directamente sobre la piel, cubriendo el cuerpo de 15 a 20 minutos y con la arcilla a unos 40oC; o también se pueden hacer aplicaciones parciales, donde el emplasto va directamente sobre una zona localizada del cuerpo. Frecuentemente las aplicaciones parciales de los emplastos de arcilla su usan directamente sobre la zona abdominal. dorsal, lumbar y sobre las articulaciones.
Cuando la aplicación localizada es en el rostro, se evitan las zonas sensibles y la temperatura no pasa de 38oC.
Baño. Se diluye la arcilla en una tina con capacidad de producir micro y macroburbujas. La temperatura debe ser de 40oC aproximadamente, mientras que el baño durará más o menos 20 minutos.
Los efectos estéticos que más frecuentemente produce la aplicación de arcillas son:
Limpieza. Las arcillas pueden utilizarse para la limpieza de todo tipo de piel. Por su efecto absorbente eliminan células muertas y desechos de la piel.
Acné. El efecto antiséptico, antiinflamatorio y su capacidad astringente hacen que las arcillas sean ampliamente recomendadas en tratamientos antiacné.
Celulitis. Las arcillas activan la circulación venosa y tienen un efecto antiinflamatorio, por eso son aplicadas en tratamientos anticelulíticos. Recordemos que la celulitis es un problema donde se acumula grasa subcutánea, se presentan edemas y hay trastornos circulatorios.
Envejecimiento. Gracias a su contenido de oligoelementos, las arcillas coadyuvan en cierta mediada a la reestructuración de la dermis.
Barros
También se les conoce como fangos o lodos. Son mezclas de un componente sólido arcilloso y un componente líquido, generalmente agua sulfurada, sulfatada o clorurada. Los barros se pueden producir espontáneamente, o mediante procesos de maduración y combinación con aguas termales. De forma general podemos decir que todos los barros son buenos materiales termoterápicos, que tienen una buena capacidad de intercambio iónico y que también pueden tener capacidad de remineralización (por la presencia de sales minerales o algas).La aplicación de los barros también va a depender de los efectos que se quieran conseguir. En general se aplican en emplastos (directamente sobre la piel y a temperaturas variadas), envolturas, baños y masajes.
Al aplicarse como material termoterápico directamente sobre la piel, los barros estimulan la circulación cutánea y las terminaciones nerviosas sensitivas, aumentan la frecuencia respiratoria y cardiaca (con la consiguiente sensación suave de calor y sudoración). De esta forma se produce la vasodilatación y la hiperemia que provoca una agradable sensación en el usuario del spa.
Los barros se utilizan en tratamientos de pieles desvitalizadas y con alteraciones de la hidratación, por sus efectos remineralizantes y regeneradores; en tratamientos de acné y de alteraciones de la secreción sebácea, por que disminuyen la secreción sebácea, y por sus propiedades antimicrobianas, regeneradoras y cicatrizantes; para limpieza cutánea; en tratamientos antienvejecimiento y reafirmantes, porque tienen cierto efecto antirradicales libres; en tratamientos anticelulíticos, por sus efectos sobre la circulación y el drenaje de toxinas; y en tratamientos de alteraciones descamativas, inflamatorias y circulatorias leves de la piel (en este caso no se aplican calientes).
Les recuerdo que este tipo de aplicaiones con barro son realizados por expertos y con materiales muy puros, por ello esto no puede realizarse de manera casera.
